Cordobés de nacimiento y jugador
de baloncesto como profesión. Felipe Reyes es uno de esos jugadores en
inminente peligro de extinción, no solo en el mundo baloncestístico, sino
también en el deporte en general; uno de esos tíos cuyos huevos no caben en una cancha. Siendo ala-pívot, no importa que sea
de menor estatura que los demás, “Espartaco” las coge todas, como si hubiera un
imán en la pelota y él tuviera otro en la mano; lo lucha, lo caza, provoca
falta, encesta y 2+1; y así, sin más. A sus 34 años de edad, y con muchos kilómetros recorridos en sus
piernas, se puede decir que ha sido, es y será, uno de los jugadores más
imprescindibles que ha dado España al baloncesto en la historia.
Con una familia ligada a este
deporte, la andadura baloncestística del andaluz comenzó muy pronto. Ya con 19
años militaba en el Estudiantes de Liga EBA en 1998, proclamándose un año
después campeón del mundo Junior contra EEUU (87-94) junto a los tales Navarro,
Gasol, Raúl López…¿Les suena? Esa famosa Generación de Oro que unos cuantos
años después nos ha dado miles de alegrías, y de la que, no dudo, hablaré en
otra entrada de este blog.
La trayectoria de Felipe no hacía
nada más que comenzar; se asentó en el Estudiantes, club en el que estuvo hasta
2004 y en el que fue en una progresión ascendente: su media de 6 puntos y 4,2
rebotes por partido se vio superada año tras año hasta llegar a unos números
escandalosos en la temporada 2003/04: 15 puntos por partido y 9 rebotes, siendo una pieza fundamental en el esquema del entonces entrenador Pepu Hernández. No
obstante, en este club solo pudo ganar una Copa del Rey en la temporada 2000.
Siendo un fijo en las
convocatorias de la selección desde pequeño, el andaluz, tras su etapa en el
Estudiantes, decidió dar un paso de gigante en su carrera; en agosto de 2004 se
hacía oficial el acuerdo alcanzado con el Real Madrid: Felipe Reyes iba a
vestir la elástica blanca.
Con 24 años, llegaba con la
etiqueta de que debía ser el referente en el juego blanco, y bien que lo ha
sido (y lo es): 10 temporadas lleva ya en el club; capitán, santo y seña del
conjunto merengue, es, sin duda, la esencia y el alma del Real Madrid, el
jugador que siempre ha estado y está ahí, y que a sus 34 años de edad es hasta
capaz de convertirse en el MVP del mes pasado en la Liga Endesa, y sin
despeinarse.
3 Ligas ACB (2005, 07, 13), 1
Copa ULEB (2007), 2 Copas del Rey (2012, 14)
y 3 supercopas de Europa (2012, 13, 14) avalan el currículum de Felipe
Reyes en el conjunto blanco y una espina clavada, la de la Euroliga,
competición que se le resiste al cordobés y que, junto a su club, intentará
llegar hasta la cima este año tras haberse quedado con la miel en los labios
más de una vez. Sin duda, ganar la Euroliga sería la consecución de una
trayectoria fantástica.
Memorables son sus números en el
Real Madrid. Podemos destacar en su trayectoria las temporadas que concurren
entre 2006 y 2009, cuyos datos alcanzan un punto álgido en cuanto a valoración;
a ojo, unos 14 puntos por partido y 8 rebotes promedió “Espartaco” durante
estas tres temporadas, cifras que fueron disminuyendo levemente pero que en la
actualidad se encuentran estabilizadas en unos 9 puntos por partido y 5 rebotes
de media. Estos números sirvieron a Felipe Reyes para alzarse con el MVP de la
Liga en 2007 y 2013.
Su trayectoria a nivel de club ha
sido admirable y fastuosa, y lo cierto es que a nivel de selección no se queda
atrás. Es un fijo en todas las convocatorias y ha sido parte imprescindible en
la mejor generación de baloncesto de nuestra historia. Entre otros, se ha
colgado en el cuello el famoso oro mundial en Japón’06, los dos oros
(Polonia’09 y Lituania’11) y dos platas (Suecia’03 y España’07) en Eurobasket y
los dos subcampeonatos en los JJOO de Pekín y Londres (2008 y 2012
respectivamente) tras dos vibrantes partidos contra la todopoderosa EEUU,
inolvidables para todo aficionado español por el gran juego desplegado por
nuestra selección.
16 años después, Felipe Reyes
debería sentirse orgulloso al echar la vista atrás y ver todo lo que le ha dado
al baloncesto español. Una persona querida y respetada que, con sus
actuaciones, se ha ganado el corazón de cualquier aficionado de bien por su
innegable capacidad de lucha, entrega y sacrificio en la cancha.
"GRACIAS FELIPE POR ENSEÑARNOS LO
QUE ES EL BALONCESTO"
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